Nadie conoce su verdadero nombre, se sospecha que es un tal Robin Gunningham, pero es imposible confirmarlo. Banksy, el artista callejero más famosos del mundo, es un personaje misterioso. No se deja ver la cara, no le interesa el reconocimiento, sólo se preocupa por intervenir calles y museos con sus obras antibélicas-anticapitalistas, cargadas de ironía y una creatividad admirable.
En sus intervenciones reúne elementos del pop y las técnicas clásicas de la gramática street art: graffiti y stencil. También deforma anuncios publicitarios para invertirles el sentido. Sus obras comenzaron a ganar fama en Londres a mediados de los 90 y luego se expandieron por el mundo.
Las paredes que interviene ahora valen miles de libras. De hecho, se convirtió en un artista tan bien valuado que distintos colectivos lo señalan como un traidor que, a pesar de enarbolar un mensaje antisistema, se vendió al mercado.
Lo más interesante de su trabajo son las intervenciones clandestinas que realizó en distintos museos de Europa y Nueva York. Disfrazado y en silencio ha colgado cuadros suyos junto a los de los grandes maestros. Las imágenes son impresionantes: retratos al óleo de corte clásico, con terminaciones en esmalte sintético. La temática es ironía pura, como próceres con una torta estampada en la cara o paisajes impresionistas donde sobrevuelan helicópteros o avanzan tanques de guerra.
Ha dejado obras en la Galería Tate Modern de Londres, el MOMA, el Museo de Brooklyn, el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York y el Museo Británico de Londres. En este último caso (mayo de 2005), colgó una pintura rupestre de aspecto primitivo que mostraba una figura humana entre animales salvajes empujando un carro de supermercado. Ese mismo año, viajó a Israel para realizar pintadas en el Muro de Cisjordania, puntualmente en Belén, Ramala y Abu Dis, donde combinó varias técnicas.
Banksy partió al medio la historia del arte callejero, siempre desde el anonimato. Nadie, en más de 10 años de trabajo, logró conocer su verdadera identidad.
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Imágenes de Banksy
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Banksy – Intervención en Palestina
2 comentarios:
Siempre me gustó Banksy. Y de traidor no tiene nada.
Una maravilla a la hora de "hacer lo suyo" pero el gobierno proteje sus obras con una especie de contact transparente enorme! es una careteada! si cualquier otro artista hace lo mismo que bansky en alguna pared de londres va preso.
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