Atención: diseño y decoración no tienen nada que ver con el arte. Mezclar todo en un mismo concepto sería un simplismo. Tal vez haya algún elemento que ocasionalmente compartan, pero sería un error definirlos como iguales; el arte busca la pluralidad de interpretaciones, el diseño (y la decoración fundamentalmente) quiere en primera instancia agradar. El escultor londinense William Pye (1938) entiende en profundidad la diferencia, por eso eligió el minimalismo, el análisis de la naturaleza y las más modernas herramientas de la ingeniería para darle forma al agua: material esencial en sus obras de arte.
En sus primeros años como artista, a fines de 1950, Pye experimentó dentro de la corriente abstracta a partir de materiales nobles como el metal y la piedra. De a poco fue introduciendo nuevos elementos –refracción lumínica, energía eléctrica, etc- hasta conseguir, a mediados de 1980, una identidad propia, emparentada con el arte cinético, que él mismo define como escultura de agua. Y es tal cual el nombre, Pye utiliza el movimiento propio del agua como canal expresivo. En todas sus creaciones la línea es la misma, aprovecha el dibujo del vórtice que generan las diferencias de presión en el líquido; ese remolino está ubicado artísticamente adentro de sus obras con diferente iluminación, intensidad y altura.
El efecto que alcanza es bellísimo, especialmente ubicado como centro de atracción en un espacio al aire libre. Charybdis (2000), por ejemplo, su escultura de mayor tamaño, mide más de tres metros de altura y dos de diámetro. Es una gran taza transparente donde fluye constantemente un vórtice de agua cristalina, ubicada en la entrada del spa Seaham Hall, en Sunderland (Inglaterra). Charybdis llega desde la mitología griega, era un monstruo marino, hijo de Poseidón y Gea, que tragaba enormes cantidades de agua tres veces al día y las devolvía hasta adoptar la forma de un remolino que devoraba todo a su alcance.
La principal fuente de inspiración para el trabajo de Pye es la naturaleza, en base a la observación y al uso creativo de la geometría le da forma a sus esculturas. Primero fotografía cualquier espacio donde haya agua, desde piscinas y estanques hasta cascadas y arroyos; dedica gran parte de su tiempo a viajar por el mundo para capturar imágenes de paisajes que más tarde adaptará a sus propias creaciones.
En la actualidad, sus trabajos son requeridos por los principales museos del mundo. También por reconocidos estudios de arquitectura, para ubicarlos como eje central de construcciones monumentales.
William Pye - Scylla
domingo, 1 de noviembre de 2009
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1 comentarios:
Precioso, pero un poco conservador en comparación con los artistas anteriores. Demasiado contemplativo para mi gusto. ¿El próximo más conceptual? jaja
este blog es increíble!!!
saludetes
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