
En esa ocasión participaron, entre muchos otros, artistas de la talla de Oscar Bony, con su célebre instalación La familia obrera; Roberto Jacoby, con Todos los fenómenos de la vida social se han convertido en materia de comunicación de masas, y Roberto Platé (1940), autor de El baño, la obra que hizo estallar la polémica y que generó la prohibición de la muestra. La idea era simple y contundente: un baño mixto público donde los espectadores entraban por puertas señalizadas con los carteles convencionales (hombre – mujer) y se encontraban con un espacio vacío, sin los artefactos sanitarios, sólo paredes blancas para que el público se exprese libremente. La mayoría de los textos y dibujos que afloraron apuntaban al dictador Onganía, mensajes directos en contra de su gobierno de facto, de la represión y la violencia que ejercía.
El miércoles 22 de mayo, amparado en los artículos 128 y 244 del Código Penal, el Poder Judicial determinó la clausura definitiva de Experiencias 68, por “ofender mediante imágenes u objetos obscenos la dignidad o decoro a un funcionario público”. A modo de protesta, el resto de los artistas arrojó sus obras a la calle y las destruyó en un acto público improvisado. Poco más de un año después, el instituto se vio obligado a cerrar sus puertas por falta de presupuesto, según dijeron sus directivos.
En una entrevista concedida a los pocos días, Platé manifestó que no estaba sorprendido con la reacción del gobierno dictatorial: era una continuación de lo que estaban haciendo con el trabajo de Ginastera y Mujica Láinez, y por extensión a toda la cultura argentina. Al año siguiente, Platé se exilió en Francia, donde actualmente reside. Es uno de los escenógrafos de ópera más importantes de Europa.
0 comentarios:
Publicar un comentario