No es para cualquiera. Trabaja con cadáveres, hace arte, aunque muchos lo critiquen por ser simplemente un efectista en busca de polémica. Gunther Von Hagens es mucho más que ese simple rótulo de la farándula periodística. Artista y científico alemán, a partir de 1977, desarrolló métodos de plastificación que logran preservar los tejidos de una manera perfecta, hasta da la sensación de que están vivos.
Utiliza el vacío para embeber un polímero reactivo, como la silicona de caucho o poliéster, en el material biológico. La clase de polímero que se aplica determina las propiedades físicas (flexibilidad o rigidez) y ópticas (transparencia u opacidad). El resultado final convierte a los ejemplares en objetos secos, inodoros y durables. Y aún más: retienen forma y relieve original y la identidad celular.
El efecto es impactante. Von Hagens logra escenarios con cuerpos de adultos, niños y también fetos. Así también las protestas y las controversias, siempre desde la ultra derecha católica y las instituciones más conservadoras. Algunos han dicho que es la versión moderna de Frankenstein, otros le relacionan, sin aportar pruebas, con el tráfico ilegal de órganos humanos, y ciertos artículos de prensa citan al premio Nobel alemán Günter Grass, que le compara con el médico nazi Josef Mengele. Todo mentira. Los cuerpos que plastiniza son donados.
Algunas de sus esculturas presentan mujeres en pleno parto, un jinete con su caballo (ambos plastinizados), un skater, un hombre sosteniendo su propia piel, etc. Incluso ha creado un museo de cadáveres. Un artista impresionante. Ver para creer.
Von Hagen – Exposición en Londres
martes, 21 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios
0 comentarios:
Publicar un comentario