James Auger y Jimmy Loizeau son dos artistas británicos conceptuales que enfocan su obra en la tecnología. Son también inventores y de hecho prefieren denominarse de ese modo, aunque muchas de sus creaciones han trascendido artísticamente.Una de sus primeras creaciones fue un dispositivo que se instala en la cola de los perros, creada a partir de luces de leds, que generan mensajes en el aire. Aprovechan el movimiento para escribir frases simples.
Su último trabajo, Smell, es una exploración sobre la potencialidad del olor. Tanto en la interacción humana como en su comportamiento. Cada cuerpo emana un olor propio, que es consecuencia de su contexto. Su trabajo hormonal. La idea de Smell es crear un vínculo a ciegas, donde las personas se conocen a través del olor, como una cita a ciegas: generar una relación olorífica u olorosa. La obra consiste en dos aparatos, que encierran las axilas, los genitales, el aliento y el pecho y se comunican con la nariz de otra persona. El tubo de conexión pasa a través de una pared. Los participantes están desnudos y no se ven entre sí.
Pero su mayor éxito es el Iso-phone, un sistema que conecta a dos personas que están flotando en piletas ubicadas en distintos países del mundo. Es una comunicación lineal donde interactúan dos personas que no se conocen, ni saben dónde están. El concepto madre es bloquear todos los sentidos y cualquier elemento que produzca distracción. La comunicación sucede sin percepción alguna del mundo exterior.
El agua de la pileta, que tiene más de dos metros y medio de profundidad, se mantiene a temperatura corporal para que los participantes puedan estar sumergidos todo el tiempo que sea necesario. Sólo voces. No hay contexto ni conocimiento del interlocutor. Una experiencia sensorial.
Iso Phone
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