La primera fue un accidente, la guitarra rota de Pete Townshend [The who] tirada en el suelo, el público enardecido, fue tan fuerte el impacto que al siguiente recital vendieron el doble de entradas; primera fila para ver en directo el instrumento estallando contra el amplificador. Dijo Townshead algunos años después que esa acción, que le valió larga fama, es un homenaje al artista austriaco Gustav Metzger (1926), creador del arte autodestructivo, movimiento que nació a finales de la década de 1950 y que aún sigue expandiendo su influencia, como el caso del artista post conceptual Joseph Nechvatal, autor de poderosos virus informáticos y otras intervenciones.
La idea es destruir como concepto, representar y comunicar un llamado de atención. El Manifesto of Auto-Destructive Art, escrito en 1959, está inspirado en la catastrófica Noche de los cristales rotos de 1938. Metzger entiende que la destrucción puede ser una herramienta productiva; como metáfora, se centra en el movimiento del agua en una cascada, una acción constantemente tranformadora: lo que se desintegra está en la misma jerarquía que el objeto finalizado y sólido.
En 1966, Meztger organizó en Londres el Destruction in Art Symposium, donde se realizaron demostraciones de gran repercusión como Skoob towers [skoob, libros en inglés escrito al revés], John Latham incendió una pila de libros a modo de crítica a los códigos intelectuales de occidente.
Las creaciones de Meztger tienen una relación directa con el ámbito político, con un marcado tono anticapitalista. En 2005 desarrolló la exposición Arte sin arte, en la galería de Norwich: no había objeto alguno, sólo una serie de medios electrónicos con acceso a una red de telecomunicaciones en todo el mundo. Más de 20 artistas utilizaron soportes audiovisuales, durante los siete días que duró la muestra, para dar a conocer sus trabajos y opiniones.
Una de sus obras más famosas es Agitando los árboles, integrada por quince sauces clavados en un bloque de hormigón, una denuncia sobre un futuro próximo y un mundo devastado por el calentamiento global. En la misma línea aparece su instalación Medioambiente de cristal líquido, una serie de pantallas sobre las que se proyectan imágenes abstractas, psicodélicas, que crean la ilusión de cambio constante.
La obra Aequivalenz-Shattered Stones es una de sus creaciones mejores recibidas por la crítica internacional y donde más claramente se presentan los conceptos autodestructivos. Aequivalenz… se apropia del bombardeo alemán a la ciudad inglesa de Coventry en 1940, que recibió como respuesta a los bombarderos ingleses arrasando Münster. Metzger, mediante un sistema informático, seleccionó 107 puntos de la ciudad alemana (la misma cantidad de días que duró la muestra, una locación diaria) y depositó un montículo de escombros en cada uno. Se fotografiaron y se expusieron a medida que avanzaban los días, la búsqueda fue concretar un monumento acumulativo que desaparecería al cierre de la muestra.
Para mediados de la década de 1970, el artista comenzó un movimiento en contra del desarrollo nuclear aplicado con fines bélicos; también criticó con fuerza a las bienales de arte. Entre 1974 y 1977 llevó adelante su acción Years without art, básicamente una huelga artística donde se separó del mundo del arte con fines artísticos. No fue un trabajo exitoso, cuando regresó le fue arduo recuperar un lugar en el mercado.
Durante el 2007 tuvo la intención que los artistas se comprometan a utilizar la menor cantidad de aviones posibles para transportarse, así colaborar con la reducción de los índices de contaminación. El proyecto llevaba las siglas RAF (Reduce Art Flights, también funciona como acrónimo de Royal Air Force) y aunque tuvo un buen recibimiento por sus colegas nunca llegó a concretarse.
Su nombre volvió a sonar con fuerza en 2004 cuando una empleada de mantenimiento de la Tate Britain tiró a la basura la obra Nueva creación de la primera presentación pública de un arte autodestructivo, realizada en 1960. Se trata de una mesa cubierta de basura y una bolsa llena de cartón y papeles viejos. Según explicaron los directivos del museo, la obra fue recuperada casi en forma inmediata. Obviamente, se disparó de inmediato una polémica alrededor de esta situación y del verdadero valor de la obra de Metzger.
Presentación Agitando los árboles – Gustave Metzger
martes, 13 de julio de 2010
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4 comentarios:
No sabía de lo townshend, igual este tipo de artistas no me gusta tanto, prefiero los que actualmente están en busca de una nueva estética, con mayor compromiso social, acorde al siglo xxi, a veces siento que son demasiado abstractos, que se quedan sin ideas y necesitan de un mercado que los valúe.
increíble lo de townshead, aunque estoy de acuerdo con quirchner (?) no me gusta demasiado la obra de metzger, es poco y nada interesante....
bueno che, es un prócer de arte conceptual... hay que entenderlo como tal y no quedarse únicamente en los nuevos que hacen chirimbolitos con ordenadores y luces de láser
Es un arte que cuestiona el sistema del arte y el mercado.
Arte de protesta.
No es para complacer los sentidos.
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