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John Lennon y el Che Guevara, la foto imposible

Lennon estaba agotado, hasta el Vaticano se había pronunciado en contra de los Beatles, los habían señalado de herejes; en Texas llamaron públicamente a destruir sus discos, la estación de radio KLUE propuso una hoguera cristiana para combatir el flagelo del demonio entre los jóvenes. Todo comenzó con una entrevista que el músico le dio a Maureen Cleave, una periodista amiga del diario London Evening Standard, el 4 de marzo de 1966. Había dicho que el cristianismo estaba en decadencia, que los Beatles eran más influyentes que Jesucristo y que el rock iba a estar por delante del cristianismo. La nota pasó casi desapercibida. La explosión llegó cinco meses después, cuando la revista Datebook descontextualizó las declaraciones. “Los Beatles somos más famosos que Jesús”. Fue título de tapa. La polémica se propagó como un virus a lo largo del mundo.

La conferencia de prensa fue en una radio de Chicago, el 11 de agosto. Lennon tuvo que pedir disculpas: “Si hubiera dicho que la televisión era más popular no hubiera habido escándalo. Simplemente dije que nuestra influencia, hoy, es mayor que la de Jesucristo, pero no me supe explicar”. Situación aclarada, cada cual volvió a su trabajo. Lennon se encerró en una cabina de transmisión, no quería cruzarse con nadie, sacó su guitarra del estuche y se puso a canturrear los temas de Revolver, disco que habían lanzado hace apenas una semana. Sólo se escuchaba la vocecita de John cuando, silenciosamente, apareció Ernesto Che Guevara, boina negra, el paso ágil y una sonrisa cómplice. Se dice que hablaron sobre política y que el Che se animó a marcar algunos acordes. También se dice que Lennon grabó su voz y que se escucha muy de fondo en Revolution #9, el experimento psicodélico que incluyeron en el álbum blanco dos años después. Y que la imagen fue capturada por un empleado de la radio.

La anécdota se conoció una década después. Ni Lennon ni el Che hablaron nunca de ese encuentro, no hay registro escrito, no hay declaraciones; apenas la foto, ellos dos, guitarra en mano, uno que sonríe, el otro con la mirada congelada. Las fechas abren un abanico enorme de dudas, además la vestimenta no concuerda con el año. Un simple trabajo de archivo permite asegurar que esta imagen, tan famosa, tan festejada, tan revolucionaria, es falsa. Vamos por partes.

A principios de 1966, después de su fallido intento de revolución en el Congo, el Che Guevara se refugió en Ladvi, una pequeña ciudad al sudeste de Praga, capital de la Checoslovaquia comunista. Dedicó cerca de seis meses a la redacción de un texto donde revisaba los principios del marxismo y su aplicación en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. El 21 de julio de 1966 volvió a Cuba, diseñó una identidad falsa junto a Fidel Castro y tres meses después viajó a Bolivia con la intención de expandir la revolución por toda Latinoamérica. Difícilmente haya viajado a Chicago el 11 de agosto, entremedio de semejante plan, para tocar unas canciones con John Lennon en un estudio de radio. Además, el Che había sido muy directo en relación a la música de los Beatles. Sin demasiadas vueltas: ni el rock ni los cuatro de Liverpool eran de su agrado.

Otra cuestión. El look de John Lennon en la foto no es ni aproximado al que lucía en 1966, tiene el pelo bastante más corto y los lentes redondos que comenzó a utilizar en la década de 1970, ya en su etapa solista. Durante la presentación de Revolver, se dejaba ver con su clásico flequillo, un gesto adolescente y un par de lentes oscuros, ligeramente ovalados y de marco grueso.

El fondo de la foto, aunque está desenfocado, no concuerda con una pequeña cabina de radio, más bien se parece al mítico estudio Record Plant de Nueva York, donde en 1971 grabó una serie de tomas para el álbum Imagine, y en 1972 grabó Some Time in New York City, el disco peor criticado de la trilogía que se inicia con el majestuoso John Lennon/Plastic Ono Band.

Finalmente, para derribar completamente el mito de la reunión, se encontró la imagen utilizada para hacer el fotomontaje. Las dudas se convirtieron en certezas: la fotografía efectivamente fue tomada en el estudio neoyorquino, en 1972, durante las sesiones de Some Time... El músico que acompañaba a Lennon era Wayne Tex Gabriel, sesionista contratado para tocar la guitarra, y no el Che Guevara. El rostro del revolucionario argentino fue recortado de una foto que le tomaron en 1960, cuando la revolución cubana había cumplido un año.


Fue una imagen celebrada, la síntesis de un pequeño sueño revolucionario; el intento de ablandar la imagen del Che o de endurecer el compromiso político de Lennon. Como sea, el espíritu puede que esté vivo, pero, pese a quien le pese, es una foto apócrifa. No es tarea agradable destruir un mito, muchas veces son más convenientes que la verdad. El mito se consolida cuando soporta el golpe de las evidencias, cuando tiene posibilidad de discutir, de refutar, de dejarle un renglón a la duda. No es este el caso.

2 comentarios:

06 febrero, 2014 Vale dijo...

Alguna vez escuché por ahí el dicho "la verdad duele", pero aún así la prefiero. Excelente artículo Agustín, como nos tenés acostumbrados. Saludos!

07 febrero, 2014 Anónimo dijo...

Esta es la fuente, no?
http://revolution.beatlesperu.com/viewtopic.php?t=12018